EE.UU. impone nuevas sanciones a Irán en un esfuerzo por frenar su comercio petrolero
El gobierno de Estados Unidos ha dado un paso más en su estrategia de “máxima presión” contra Irán, al anunciar el 24 de febrero de 2025 un nuevo paquete de sanciones dirigido al sector petrolero del país persa. Este conjunto de medidas, que afecta a 22 personas y 13 buques petroleros iraníes, tiene como objetivo cortar las fuentes de ingresos de Irán provenientes de su industria energética, que Washington sostiene se destinan a financiar actividades desestabilizadoras en la región.
La administración estadounidense argumenta que las sanciones buscan interrumpir las redes internacionales que permiten la venta de petróleo iraní, especialmente a China, una operación que mueve cientos de millones de dólares. Entre las entidades sancionadas se incluye Sepehr Energy, identificada por EE.UU. como una “empresa de fachada” operando en nombre del ejército iraní. Como consecuencia de estas sanciones, los activos de las entidades iraníes sancionadas serán congelados en territorio estadounidense, y se les prohibirá realizar transacciones con ciudadanos y empresas de EE.UU., lo que dificultará aún más sus operaciones internacionales.
Reacciones en Irán y el impacto de las sanciones
La respuesta del gobierno iraní no se ha hecho esperar. Teherán ha calificado las sanciones de “ilegítimas” e “injustificadas”, asegurando que estas medidas buscan obstaculizar su comercio legítimo con otros países. El presidente Masoud Pezeshkian ha dejado claro que Irán no cederá ante las presiones extranjeras y continuará rechazando la intervención de Estados Unidos en sus asuntos internos.
Desde el punto de vista de analistas internacionales, las sanciones se interpretan como parte de una estrategia doble de Estados Unidos. Por un lado, buscan obligar a Irán a regresar a la mesa de negociaciones bajo condiciones más favorables para Washington; por otro, intentan desgastar la economía iraní y provocar un descontento social interno que debilite el régimen desde adentro.
¿Cuál es el futuro de las relaciones entre EE.UU. e Irán?
Con estas sanciones, la administración estadounidense parece estar preparando el terreno para una posible reanudación de las negociaciones con Irán, aunque bajo términos que protejan los intereses de EE.UU. Sin embargo, un ataque directo a Irán sigue siendo poco probable debido a los altos costos que implicaría para la estabilidad regional.
Irán, por su parte, podría recurrir a métodos menos convencionales para eludir las sanciones, como la venta informal de petróleo y el uso de terceros países para continuar sus transacciones internacionales. Esta nueva ronda de sanciones refleja la determinación de Estados Unidos de mantener su postura firme frente a Irán en el escenario geopolítico actual, en el marco de una política de “máxima presión” que ha caracterizado la administración estadounidense en los últimos años.