Una Apátrida en Custodia: ICE Detiene a Joven Palestina Sin País de Destino para su Deportación
Ward Sakeik, una joven de 22 años residente en Texas, se encuentra detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) desde febrero de este año, tras regresar de su luna de miel en las Islas Vírgenes estadounidenses. Su caso ha reavivado el debate sobre los vacíos legales del sistema migratorio de Estados Unidos, al poner en evidencia una realidad crítica: Sakeik es apátrida y no existe actualmente un país dispuesto a recibirla, lo que impide su deportación pero tampoco le garantiza libertad.
¿Quién es Ward Sakeik?
Nacida en Arabia Saudita de padres palestinos originarios de Gaza, Sakeik no posee ciudadanía saudí ni es reconocida como ciudadana por Israel o la Autoridad Palestina. Arabia Saudita no concede nacionalidad a hijos de extranjeros nacidos en su territorio, y la situación geopolítica de Palestina impide que pueda reclamar una nacionalidad formalmente válida ante organismos internacionales.
A los ocho años, llegó a Estados Unidos junto a su familia y solicitó asilo político, petición que fue denegada. A los nueve años recibió una orden de deportación, pero desde entonces vivió bajo un régimen de supervisión, cumpliendo con reportes periódicos ante las autoridades migratorias sin mayores incidentes.
Detención Tras la Luna de Miel
El 11 de febrero de 2025, Sakeik fue arrestada por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el aeropuerto de St. Thomas, en las Islas Vírgenes estadounidenses, al regresar de su luna de miel. Había viajado con su esposo, Taahir Shaikh, ciudadano estadounidense, tras consultar previamente con ICE y la TSA, quienes, según la defensa, confirmaron que podía salir del territorio continental.
Pese a esas garantías, fue detenida a su regreso y transferida a una instalación de ICE en Texas, donde permanece sin acceso a fianza ni una fecha clara de liberación.
¿Por Qué No Puede Ser Deportada?
La situación de Ward Sakeik es la de una persona apátrida: sin nacionalidad legalmente reconocida ni país dispuesto a aceptarla. ICE habría intentado deportarla a Israel, pero la operación fue cancelada debido al conflicto en curso y la negativa de las autoridades israelíes a recibirla. Otros países contactados por Estados Unidos tampoco han ofrecido una solución.
Este limbo legal genera lo que su abogado ha calificado como un “agujero negro procesal”: la joven no puede permanecer en libertad por la orden de deportación vigente, pero no existe un lugar a donde deportarla, lo que podría prolongar su detención de manera indefinida.
Un Matrimonio Legal, Pero Insuficiente
Dos días después de su detención, su esposo presentó una solicitud de residencia permanente (green card) a su favor, respaldada por su estatus de ciudadano estadounidense. Sin embargo, el trámite migratorio está en curso y no ha logrado modificar su situación inmediata.
La defensa argumenta que ICE debería permitirle continuar el proceso en libertad, dado que no representa un riesgo y ha cooperado siempre con las autoridades. Hasta el momento, no se ha concedido ninguna medida alternativa a la detención.
Un Caso Que Expone Vacíos Legales
El caso de Ward Sakeik ha atraído la atención de organizaciones defensoras de derechos migratorios y ha puesto sobre la mesa una laguna crítica del sistema estadounidense: la falta de procedimientos claros y humanitarios para personas apátridas que no pueden ser repatriadas, pese a contar con vínculos personales y legales sólidos dentro del país.
Estados Unidos no cuenta con un mecanismo automático de regularización para apátridas, ni obliga a ICE a liberar a personas cuya deportación sea materialmente imposible, incluso cuando estas han residido durante años bajo supervisión sin incidentes.
Mientras el sistema legal busca respuestas, Ward Sakeik permanece detenida en Texas, sin país de destino, sin protección humanitaria inmediata y con su futuro en suspenso. Su historia refleja los límites del marco migratorio actual para abordar casos excepcionales, pero no infrecuentes, en los que el derecho a tener derechos se desvanece en la burocracia.