Israel Lanza Nuevo Ataque Contra Palestinos Que Esperaban Comida; El Papa Pide “Parar Barbarie”
La emergencia humanitaria en Gaza se intensifica con cada día que pasa. En uno de los episodios más graves de las últimas semanas, al menos 66 palestinos murieron mientras esperaban comida cerca de un punto de distribución gestionado por organizaciones humanitarias. Según testigos y fuentes médicas, las víctimas —en su mayoría civiles desarmados— fueron alcanzadas por disparos de las fuerzas israelíes. El hecho ha provocado indignación internacional y un firme llamado del Papa a detener lo que calificó como una “barbarie”.
66 Muertos Mientras Buscaban Alimento
Los ataques ocurrieron en los alrededores de centros de ayuda humanitaria operados por la Fundación Humanitaria Gaza (GHF). En jornadas consecutivas, soldados israelíes abrieron fuego contra multitudes que esperaban recibir comida, causando una nueva masacre en una población ya asediada por el hambre.
Entre los muertos hay niños, mujeres y ancianos. Las escenas descritas por voluntarios y sobrevivientes son desgarradoras: personas formadas durante horas bajo el sol, en medio de la desesperación, abatidas por proyectiles cuando intentaban acercarse a camiones de víveres.
Organizaciones como Save the Children y la Oficina de Derechos Humanos de la ONU han condenado el uso de fuerza letal contra civiles desarmados que simplemente intentaban sobrevivir.
“Recibimos Órdenes de Disparar”
La violencia en los puntos de reparto de comida no es un hecho aislado. Reportajes publicados por medios como Haaretz citan testimonios de soldados israelíes que aseguran haber recibido órdenes explícitas de disparar contra las multitudes, con el argumento de mantener el control. Sin embargo, muchas de las víctimas ni siquiera representaban una amenaza.
Se reportan decenas de ataques similares en las últimas semanas:
- Disparos con munición real contra civiles formados para recibir alimentos.
- Uso de artillería en áreas designadas como “zonas humanitarias”.
- Bombardeos a campamentos y estructuras religiosas, incluyendo la única iglesia católica de Gaza.
La población, atrapada entre el bloqueo total y el temor constante a morir por buscar comida, enfrenta un dilema trágico: arriesgar la vida para alimentarse, o dejarse morir de hambre.
La Condena del Papa y de la Comunidad Internacional
El Papa expresó este domingo su “profundo dolor” por lo ocurrido, y pidió a la comunidad internacional tomar acción urgente. En su mensaje, condenó no solo los ataques contra civiles, sino también la destrucción de infraestructuras religiosas y el desplazamiento forzado de miles de personas:
“Una vez más, pido que se detenga inmediatamente la barbarie de la guerra y que se encuentre una salida pacífica al conflicto. Apelo a la comunidad internacional a respetar el derecho humanitario y la protección de la población civil.”
El pontífice también recordó que prácticas como el castigo colectivo y el bloqueo de ayuda humanitaria violan tratados internacionales, y deberían investigarse como posibles crímenes de guerra.
Gaza al Borde de la Hambruna
Según la ONU, más del 80% de la población en Gaza enfrenta inseguridad alimentaria extrema, agravada por el cierre casi total de los corredores humanitarios. La entrada de alimentos y medicinas ha sido severamente restringida, mientras hospitales colapsan y la infraestructura básica ha sido destruida por meses de ofensiva militar.
El Programa Mundial de Alimentos advierte que la hambruna generalizada es inminente si no se permite el acceso inmediato de ayuda a gran escala.
Una Tragedia Que No Podemos Ignorar
El ataque que dejó 66 muertos esta semana no es un caso aislado, sino parte de una crisis sostenida que ya ha cobrado miles de vidas civiles en Gaza. Lo que ocurre no es solo un conflicto armado, sino una emergencia humanitaria sin precedentes, donde el hambre se ha convertido en arma de guerra.
Mientras tanto, las voces que claman por el fin de la violencia —como la del Papa— nos recuerdan que la dignidad humana, el derecho a la vida y el acceso a comida no deberían ser negociables.