EE.UU. Revoca 13 Rutas Aéreas Desde México en Medio de Tensiones Bilaterales
El gobierno de Estados Unidos anunció la revocación de permisos para 13 rutas aéreas operadas entre México y su territorio, afectando vuelos desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La medida, calificada por analistas como una represalia directa por restricciones impuestas por el gobierno mexicano, ha generado turbulencias diplomáticas y protestas en la industria aérea.
Contexto de la decisión
El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) informó que la decisión responde a una “conducta anticompetitiva” del gobierno de México, señalando la limitación injustificada de operaciones para aerolíneas estadounidenses, la reducción de horarios (slots) en el AICM y el traslado forzoso de vuelos de carga al AIFA, medidas que, según Washington, violan los acuerdos bilaterales de aviación firmados en 2015 y 2022.
Fuentes del DOT indicaron que la suspensión “no es indefinida”, pero sí condicionada al restablecimiento de condiciones equitativas de acceso para aerolíneas de ambos países.
“México debe cumplir los compromisos de reciprocidad y libre competencia establecidos en los acuerdos internacionales”, señaló el comunicado oficial.
Aerolíneas y rutas afectadas
Las principales compañías mexicanas perjudicadas son Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, que perderán rutas estratégicas hacia ciudades estadounidenses de alto tráfico.
Entre las conexiones suspendidas se encuentran los vuelos desde el AIFA y AICM hacia:
- Dallas
- Austin
- Houston
- McAllen
- Chicago
- Nueva York
- Denver
- Los Ángeles
- Miami
- Orlando
- San Juan (Puerto Rico)
- Newark (Nueva Jersey)
En detalle, Viva Aerobus no podrá operar nueve rutas desde el AIFA a Estados Unidos; Aeroméxico perderá sus enlaces AIFA–Houston y AIFA–McAllen; mientras que Volaris deberá cancelar su nueva ruta entre Ciudad de México y Newark.
Además, el DOT ordenó congelar toda nueva solicitud de frecuencias o rutas desde estos aeropuertos hasta nuevo aviso.
Impacto económico y logístico
La medida afecta tanto los vuelos de pasajeros como los de carga (“belly cargo”), interrumpiendo itinerarios y operaciones de transporte que sostienen la cadena logística bilateral más intensa de América del Norte.
El impacto se extenderá al turismo, al comercio de bienes perecederos y a las empresas con operaciones transfronterizas, particularmente en el corredor Texas–México, uno de los más transitados del continente.
Expertos en aviación advierten que la suspensión podría traducirse en pérdidas millonarias y afectar la percepción internacional sobre la política aérea mexicana.
“Es un golpe simbólico y práctico: Estados Unidos busca presionar a México para que revierta las decisiones unilaterales sobre el AICM y el AIFA”, explicó el analista aéreo Luis Leal Cordero, desde Monterrey.
Reacciones y próximos pasos
Las aerolíneas mexicanas han manifestado “sorpresa y preocupación” ante la decisión, señalando que se enteraron de la suspensión sin aviso previo.
Viva Aerobus declaró que trabaja en planes alternativos para los pasajeros afectados y pidió una “mesa binacional de emergencia” para restablecer las rutas lo antes posible.
Por su parte, Aeroméxico indicó que la medida “pone en riesgo la conectividad y la recuperación del sector aéreo postpandemia”, mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México analiza una posible respuesta diplomática.
En Washington, el DOT reiteró que la decisión busca restablecer la equidad en el mercado aéreo, no castigar al consumidor.
Fuentes del sector indicaron que se prevé una revisión conjunta en las próximas semanas, en el marco del acuerdo de “Cielos Abiertos” vigente entre ambos países.
Un nuevo punto de tensión bilateral
La suspensión de estas 13 rutas llega en un momento de fricciones crecientes en distintos frentes: migración, comercio agrícola y política energética.
Ahora, el espacio aéreo se suma a la lista de temas sensibles en la relación México–Estados Unidos, marcando un episodio inédito en los últimos 20 años de cooperación aeronáutica.
Mientras miles de pasajeros reprograman sus vuelos y las aerolíneas buscan soluciones temporales, el mensaje político queda claro: la aviación, símbolo de integración económica, también puede convertirse en campo de disputa entre dos vecinos interdependientes.



