Una nueva investigación ha confirmado lo que muchos dueños de mascotas sospechaban desde hace años: los perros sueñan, y en esos sueños, suelen revivir momentos de juego y afecto con sus cuidadores. El hallazgo, publicado en la revista Animal Cognition, refuerza la idea de que el vínculo emocional entre humanos y perros no solo es profundo durante el día, sino que también se extiende al mundo onírico.

Una ventana al subconsciente canino

El estudio, liderado por neurocientíficos del Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard, analizó patrones de sueño en una muestra de 42 perros de diferentes razas y edades, monitoreados mediante electroencefalogramas durante el sueño REM —la fase en la que ocurren los sueños más vívidos tanto en humanos como en animales.

Los investigadores observaron movimientos corporales similares a los que los perros hacen al jugar: patas que se mueven como si corrieran, leves ladridos, colas que se agitan. Pero lo más revelador fueron las señales neurológicas que sugieren que, durante el sueño, los perros recreaban situaciones asociadas con momentos felices junto a sus dueños, como juegos con pelotas, paseos o caricias.

“Los perros no solo sueñan, sino que sus sueños parecen estar emocionalmente cargados por experiencias significativas”, explicó la Dra. Elizabeth Matthison, coautora del estudio. “Muchos de esos sueños están directamente relacionados con interacciones positivas con los humanos que los cuidan.”

El cerebro del perro, más parecido al nuestro de lo que creíamos

Este descubrimiento refuerza lo que otros estudios ya venían sugiriendo: el cerebro canino presenta sorprendentes similitudes con el humano, especialmente en lo que respecta al procesamiento de emociones, memoria y vínculos afectivos. El hipocampo —zona del cerebro involucrada en la consolidación de recuerdos— mostró una actividad especialmente intensa cuando los perros dormían profundamente.

La fase REM, en la que ocurren estos sueños, es también la etapa en la que el cerebro organiza y refuerza recuerdos significativos. Para los perros, parece que muchos de esos recuerdos están ligados a quienes consideran parte de su “manada”: sus dueños.

Una relación que trasciende el lenguaje

Aunque los perros no hablan, los investigadores subrayan que sus emociones, afecto y memorias se expresan a través del cuerpo, el olfato y —ahora lo sabemos— también en sus sueños. Que sueñen con sus dueños no solo es una curiosidad encantadora, sino una prueba más de la profundidad emocional que pueden alcanzar los vínculos humano-animal.

“Es una llamada de atención para quienes todavía creen que los perros son solo instintivos o utilitarios”, añade Matthison. “Tienen vidas emocionales complejas, y sueñan como soñamos nosotros: con lo que aman.”

Lo que esto significa para los dueños

El estudio invita a reflexionar sobre la forma en que interactuamos con nuestras mascotas. Un paseo más largo, una sesión de juego, una caricia antes de dormir… no solo hacen feliz a tu perro en el momento, sino que podrían incluso estar moldeando los sueños que tendrá esa noche.

Así que la próxima vez que veas a tu perro mover las patas dormido o emitir un pequeño gemido, podrías estar presenciando algo muy especial: un recuerdo feliz que está reviviendo contigo, en el silencio de la noche.