Luisito Comunica Muestra la Otra Cara de Cuba: Una Isla Atrapada en el Tiempo

El popular youtuber mexicano Luisito Comunica, seguido por más de 44 millones de personas en su canal, ha vuelto a sacudir las redes sociales con una crónica audiovisual que ha desatado debate dentro y fuera de Cuba. Su reciente visita a la isla caribeña, documentada en un video titulado “Cuba: el país donde el tiempo se detuvo”, no solo acumuló millones de vistas en pocas horas, sino que también provocó un torrente de reacciones, tanto de agradecimiento como de crítica, por la crudeza con la que expuso la vida cotidiana de los cubanos.

Desde los primeros minutos del video, Luisito transmite una impresión clara: “Es como dar un viaje décadas en el pasado”. Su recorrido por La Habana muestra un país atrapado entre la nostalgia y la precariedad: automóviles de los años cincuenta aún en funcionamiento, trámites burocráticos escritos a mano, carteles políticos omnipresentes, edificios colapsados y una economía paralizada por restricciones internas y externas.

El reportaje no rehúye mostrar la dureza del día a día. “La vida aquí es difícil, no hay otra manera de decirlo”, afirma mientras explica cómo obtener gasolina puede tardar días, los apagones son constantes y la conectividad digital es casi inexistente. En uno de los momentos más conmovedores, una madre cubana le muestra el apartamento donde vive con sus dos hijas, declarado inhabitable, sin agua corriente, sin electricidad, cocinando con leña y usando cubetas como baño. La escena, lejos del turismo edulcorado, refleja un país donde la pobreza es estructural y la resiliencia, una necesidad.

Luisito también expone el funcionamiento de la economía cubana, controlada casi en su totalidad por el Estado. Explica cómo la eliminación del peso convertible (CUC) y la dolarización parcial han profundizado la desigualdad entre quienes reciben remesas del exterior y quienes dependen exclusivamente de un salario estatal. El resultado, asegura, es una sociedad dividida entre sobrevivientes y privilegiados por el acceso a divisas, en la que el mercado informal se ha convertido en el único escape viable.

La reacción en redes sociales no tardó. Muchos cubanos, dentro y fuera de la isla, agradecieron la visibilidad internacional que el video ha dado a su realidad cotidiana. Otros, en cambio, lo acusaron de ofrecer una visión incompleta o de evitar deliberadamente una crítica directa al régimen cubano. Ante la polémica, Luisito aclaró que su viaje fue autofinanciado y que su objetivo no era hacer activismo político, sino retratar con honestidad lo que observó.

“Sé que mi visita está causando polémica, pero lo estoy diciendo tal como lo he sentido”, expresó al final del video, reconociendo que, más allá de las condiciones materiales, lo que más le impactó fue la capacidad del pueblo cubano para sonreír en medio de la adversidad.

Más que una simple visita turística, el viaje de Luisito Comunica a Cuba ha servido como catalizador de una conversación global sobre la situación actual de la isla. Su testimonio, sin pretensión de profundidad política pero cargado de observación empática, ha logrado lo que pocos reportajes convencionales: conectar a millones con una realidad que durante años ha sido silenciada, romantizada o minimizada.