Taylor Swift Recupera el Control de Su Catálogo Musical Tras Años de Disputa con Scooter Braun
La artista estadounidense pone fin a una batalla de casi seis años por la propiedad de su obra, marcando un hito en la industria musical.
Taylor Swift ha recuperado oficialmente el control de su catálogo musical, poniendo fin a una disputa que se extendió por casi seis años y que transformó el debate sobre los derechos de los artistas dentro de la industria del entretenimiento.
El origen de la disputa
La controversia se remonta a junio de 2019, cuando el productor y empresario Scooter Braun adquirió Big Machine Label Group, el sello discográfico que firmó con Swift cuando tenía apenas 15 años. Esta compra incluyó los másteres de los primeros seis álbumes de la cantante, dándole a Braun el control total sobre su explotación comercial.
Swift denunció públicamente que la venta se realizó sin su conocimiento ni aprobación, calificándola como su “peor pesadilla”. La noticia generó una ola de reacciones en el mundo musical, abriendo el debate sobre la transparencia contractual y la autonomía de los artistas jóvenes frente a las disqueras.
La respuesta de Taylor Swift
Sin posibilidad legal de recuperar los másteres en ese momento, Swift adoptó una estrategia sin precedentes: re-grabar sus primeros seis discos bajo el sello “Taylor’s Version”. Esta jugada no solo le permitió recuperar derechos sobre las nuevas grabaciones, sino que redefinió su vínculo con su audiencia, quienes respondieron con un apoyo abrumador.
Hasta hoy, la artista ha relanzado cuatro álbumes regrabados, todos posicionados en el número uno de Billboard. El movimiento fue interpretado como un gesto de empoderamiento artístico y financiero.
El impacto de “The Eras Tour”
En paralelo, su gira mundial The Eras Tour, que se extendió desde marzo de 2023 hasta diciembre de 2024, recaudó más de 2.000 millones de dólares, consolidándose como uno de los espectáculos musicales más lucrativos y seguidos de la historia. Swift ha reconocido que el éxito de la gira y el apoyo incondicional de sus fans fueron claves para alcanzar su objetivo final: recuperar su música.
La resolución del conflicto
El pasado 30 de mayo de 2025, Swift publicó una carta en su sitio web donde confirmó que había adquirido los derechos completos de su catálogo original. “Toda la música que he hecho… ahora me pertenece… a mí”, escribió. En su mensaje, describió el momento como profundamente emotivo y agradeció a sus seguidores por haberla acompañado en este proceso.
La adquisición incluye no solo los másteres, sino también videoclips, arte de álbumes, fotografías, canciones inéditas y otros elementos vinculados a su obra.
La postura de Scooter Braun
Scooter Braun también reaccionó públicamente al anuncio. En declaraciones a medios estadounidenses, afirmó: “Estoy feliz por ella”, cerrando así un capítulo de tensiones que durante años generó titulares en medios internacionales y opiniones divididas en la industria.
Un antes y un después para los artistas
El caso de Taylor Swift ha sido señalado como un punto de inflexión para las relaciones contractuales en la música. Su determinación ha impulsado a otros artistas a cuestionar acuerdos firmados en etapas tempranas de sus carreras y a buscar alternativas para ejercer mayor control sobre sus creaciones.
La estrategia de regrabación, que alguna vez fue vista como arriesgada, hoy es considerada un modelo viable para reclamar autonomía sin depender de las estructuras tradicionales de las disqueras.
