Trump Confirma Que Hay un Comprador Potencial Para TikTok y Espera la Aprobación de China
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo que ya existe un comprador potencial para la plataforma de origen chino TikTok, aunque advirtió que la operación dependerá de la aprobación del gobierno de China, específicamente del presidente Xi Jinping. La declaración, realizada durante una entrevista en el programa “Sunday Morning Futures” de Fox News, renueva la atención sobre una transacción que ha adquirido dimensiones geopolíticas y económicas internacionales.
Un Comprador “Muy Rico” Aún No Revelado
Durante la entrevista, Trump afirmó:
“Tenemos un comprador para TikTok, por cierto. Creo que necesitaré la aprobación de China, y pienso que el presidente Xi probablemente la dará”.
El mandatario no reveló el nombre del interesado, aunque lo describió como “un grupo de personas muy ricas” o “una gran tecnológica muy rica”. Indicó que la identidad se dará a conocer en aproximadamente dos semanas. Esta ambigüedad ha desatado especulaciones en el sector tecnológico global, especialmente ante el impacto que podría tener la operación en la reconfiguración del ecosistema digital estadounidense.
La venta de TikTok es consecuencia de una legislación aprobada por el Congreso de EE. UU. en 2024, que prohíbe el uso de la aplicación en el país si su control no pasa a manos locales o de aliados estratégicos. El argumento central es la protección de los datos personales de los usuarios estadounidenses y la seguridad nacional, ante los vínculos de la empresa matriz, ByteDance, con el gobierno chino.
Aunque el plazo original para concretar la venta vencía el 19 de enero de 2025, la administración Trump ha prorrogado ese límite tres veces. La última extensión, firmada el 19 de junio, establece el 17 de septiembre de 2025 como fecha definitiva para la desinversión. TikTok continúa operando en Estados Unidos con normalidad, salvo por una breve suspensión técnica de 14 horas en enero.
Un Dossier Geopolítico: La Aprobación de China
La clave del proceso reside ahora en la reacción del gobierno de China, que históricamente se ha opuesto a la desinversión forzada de empresas tecnológicas nacionales. Trump aseguró estar “optimista” sobre la respuesta de Xi Jinping, pero reconoció que no existe garantía de aprobación.
Expertos internacionales advierten que, más allá del valor comercial, TikTok representa para Pekín un activo estratégico de proyección cultural y tecnológica, y que su posible transferencia podría sentar un precedente en futuras disputas sobre soberanía digital.
Especulación Sobre el Comprador
Aunque el presidente estadounidense evitó mencionar nombres, varias compañías han sido asociadas al posible proceso de compra. Entre los interesados figuran grandes tecnológicas estadounidenses, fondos de inversión y startups de inteligencia artificial como Perplexity AI. No obstante, el alto costo de la transacción —estimado entre 30,000 y 50,000 millones de dólares— limita las opciones a consorcios con poder financiero significativo y credibilidad regulatoria.
La eventual venta o prohibición de TikTok en Estados Unidos tendrá consecuencias directas en:
- Millones de usuarios que utilizan la plataforma como medio de expresión, empleo o negocio
- Creadores de contenido y empresas vinculadas a la economía digital
- Regulaciones internacionales sobre soberanía de datos y control tecnológico
Más allá de su valor como aplicación de entretenimiento, TikTok se ha convertido en un símbolo de las tensiones entre Washington y Pekín, reflejando la lucha por el dominio de las plataformas digitales, la inteligencia artificial y el flujo global de información.
La confirmación de un comprador para TikTok y la espera de una decisión por parte del gobierno chino colocan a esta operación en el centro del tablero tecnológico y diplomático internacional. En un escenario donde la tecnología se entrelaza con la política exterior, la próxima respuesta de Xi Jinping no solo determinará el destino de una aplicación, sino también el alcance real de la soberanía digital frente a las presiones de las potencias globales.
