Bloqueos y Crisis Económica Agravan la Tensión en Bolivia
Protestas paralizan ciudades clave mientras crece la presión por habilitar la candidatura de Evo Morales.
Bolivia enfrenta una de las semanas más tensas del año. Desde el lunes, múltiples bloqueos de carreteras y marchas masivas se extienden por diversas regiones del país, afectando el tránsito, el comercio y el suministro de combustibles. Las movilizaciones, que han paralizado ciudades como La Paz y Cochabamba, combinan demandas económicas urgentes con una fuerte presión política en favor de la postulación de Evo Morales a las elecciones presidenciales del 17 de agosto.
Escasez, inflación y descontento popular
Los manifestantes —que incluyen simpatizantes del expresidente Morales, pequeños comerciantes, transportistas y campesinos— denuncian el impacto de la crisis económica: escasez de diésel y gasolina, largas filas en estaciones de servicio, falta de dólares y un aumento sostenido en los precios de alimentos e insumos básicos.
La inflación ha alcanzado niveles alarmantes y, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional, podría rozar el 15.8% en 2025. Mientras tanto, el tipo de cambio en el mercado paralelo ha superado con creces la cotización oficial, y la canasta básica se ha duplicado en algunas regiones.
En este clima, las protestas se han radicalizado. En Cochabamba se reportaron al menos diez puntos de bloqueo, y en La Paz, miles de personas descendieron desde El Alto para exigir soluciones inmediatas a la crisis e incluso la renuncia del presidente Luis Arce.
Presión por la candidatura de Evo Morales
Además de la emergencia económica, un sector importante de los manifestantes exige la habilitación de Evo Morales como candidato presidencial. El Tribunal Supremo Electoral rechazó su postulación tras la pérdida de personería jurídica del partido PAN-Bol, por el cual Morales intentó inscribirse.
Simpatizantes del exmandatario acusan al gobierno de Luis Arce y a la justicia electoral de frenar deliberadamente su participación. En varias protestas se han mostrado pancartas con la frase “Sin Evo no hay elecciones”, mientras líderes cocaleros y sectores sociales afines al expresidente han advertido que las movilizaciones se intensificarán si no se revierte la decisión.
Postura del gobierno y tensión preelectoral
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, ha calificado las protestas como un intento de desestabilización electoral y afirmó que se tomarán “todas las acciones que la norma prevé” para restablecer el orden. Hasta el momento, la intervención policial ha sido limitada, aunque sí se han reportado incidentes, bloqueos violentos y ataques a periodistas.
Con menos de tres meses para los comicios presidenciales, Bolivia se encuentra en una encrucijada. La combinación de crisis económica, presión política y fragmentación partidaria amenaza con profundizar la inestabilidad y erosionar la confianza en el proceso electoral.