La Policía de Dallas Rechaza Oferta Federal de 25 Millones Vinculada a Programas de Inmigración
El Departamento de Policía de Dallas (DPD) rechazó una oferta de 25 millones de dólares del gobierno federal que habría vinculado a la corporación con labores migratorias dentro del programa 287(g), administrado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El anuncio fue realizado por el jefe policial Daniel Comeaux durante una reunión de la Community Police Oversight Board, generando amplio debate en la ciudad y marcando una posición clara sobre el papel de la policía local en la cooperación con agencias federales.
Rechazo a la colaboración con ICE
Comeaux explicó que la propuesta incluía fondos destinados a cubrir salarios y costos operativos si el DPD aceptaba participar en el programa 287(g), que permite a agencias locales colaborar con ICE en la detención y deportación de inmigrantes.
“La oferta fue rechazada absolutamente”, afirmó el jefe policial, señalando que el enfoque del departamento se mantiene en atender llamadas de emergencia y combatir el crimen violento, no en aplicar leyes migratorias. Según Comeaux, involucrar a la policía local en tareas federales de inmigración pondría en riesgo la confianza construida con las comunidades que dependen de la seguridad pública.
Aclaración frente a rumores
El anuncio llega después de varias semanas de especulación. En redes sociales circularon publicaciones que afirmaban que oficiales de Dallas estaban participando en operativos migratorios junto a ICE. Comeaux desmintió categóricamente esas versiones y explicó que los videos difundidos mostraban realmente operativos conjuntos con el Servicio de Alguaciles Federales (U.S. Marshals), enfocados en la captura de fugitivos y delincuentes sexuales.
“No tenemos autoridad para hacer arrestos migratorios, ni lo hemos hecho ni lo haremos”, subrayó el jefe de policía, buscando calmar las tensiones entre la comunidad inmigrante y las fuerzas del orden locales.
Contexto del programa 287(g)
El programa 287(g), establecido por el Congreso en 1996, permite que agencias policiales locales actúen bajo supervisión federal en la aplicación de leyes de inmigración. En Texas, varias oficinas del sheriff —como las de Collin, Denton y Tarrant— participan verificando el estatus migratorio de personas detenidas. La ciudad de Keller también forma parte del esquema.
De haber aceptado la propuesta, Dallas habría sido la ciudad más grande de Texas en unirse al programa, un movimiento que habría tenido implicaciones políticas y sociales significativas en un contexto de creciente polarización sobre el tema migratorio.
Reacciones locales y preocupación comunitaria
Miembros de la Community Police Oversight Board y líderes locales habían manifestado preocupación ante una posible colaboración con ICE, especialmente tras un reciente tiroteo en una instalación federal de inmigración en Dallas que dejó dos personas muertas y una herida.
El incidente, que incrementó el temor en comunidades migrantes, reforzó la importancia de mantener una relación basada en la confianza y la transparencia. “No necesitamos esa atención, no queremos lidiar con ese humo”, dijo Comeaux, en referencia a los riesgos sociales y mediáticos que acompañarían una alianza de este tipo.
Posición oficial de la Policía de Dallas
En un comunicado, el DPD reafirmó que su misión principal es “servir a la ciudad respondiendo llamadas de emergencia y combatiendo el crimen violento”, mientras que las autoridades federales “tienen una misión diferente pero igualmente importante”.
El departamento añadió que continuará cooperando con agencias federales solo en operaciones legales y específicas, sin asumir funciones propias de la política migratoria.
Un contraste dentro de Texas
La decisión de Comeaux se produce en medio de una mayor presión federal para expandir los acuerdos 287(g) en Texas. En los últimos meses, ICE ha promovido públicamente el programa mediante campañas televisivas y eventos de reclutamiento en el norte del estado, como parte de una estrategia alineada con las políticas migratorias del presidente Donald Trump, que priorizan la deportación de personas indocumentadas.
Al rechazar la oferta millonaria, Dallas marca un contraste dentro del mapa texano, optando por mantener su enfoque en la seguridad pública local y la confianza comunitaria antes que en la aplicación de leyes federales de inmigración.