París se corona: PSG hace historia con una goleada récord en la final de la Champions League
El 31 de mayo de 2025 quedará grabado para siempre en la historia del fútbol europeo. En una noche inolvidable en el Allianz Arena de Múnich, el Paris Saint-Germain conquistó su primer título de la UEFA Champions League tras aplastar 5-0 al Inter de Milán, en lo que ya se considera la final más dominante de todos los tiempos desde que se instauró el torneo en 1956.
Juventud, intensidad y un fútbol colectivo sin fisuras
Bajo la dirección de Luis Enrique, el PSG demostró que la transición hacia un modelo basado en la cantera y el juego colectivo no solo es viable, sino que puede ser demoledor. El equipo parisino impuso condiciones desde el primer minuto y abrió el marcador a los 12′, gracias a Achraf Hakimi, quien capitalizó una jugada armada por el joven prodigio Désiré Doué. En un gesto de respeto, el lateral marroquí no celebró su gol ante su exequipo.
Minutos más tarde, Doué, la gran revelación de la noche con apenas 19 años, amplió la ventaja con un disparo que se desvió en un defensor y descolocó al arquero Yann Sommer. El Inter, que había llegado a la final tras eliminar a gigantes como Bayern Múnich y Barcelona, no encontró respuestas ante la presión alta, el ritmo frenético y la movilidad del PSG.
En la segunda mitad, Doué volvió a marcar tras una brillante jugada colectiva, y los tantos de Khvicha Kvaratskhelia y del joven suplente Senny Mayulu —también de 19 años— completaron una goleada histórica que rompió todos los pronósticos.
El título representa un doble hito para el PSG. No solo se convierte en el segundo club francés en levantar la “Orejona” —después del Olympique de Marsella en 1993—, sino que lo hace con el mayor margen de victoria registrado en una final de Champions League. Atrás quedaron los tiempos de las superestrellas mediáticas. Sin Neymar, sin Messi, sin Mbappé —quien partió al Real Madrid el verano anterior—, el PSG alcanzó la gloria apostando por el talento joven y la identidad colectiva.
Luis Enrique, que ya había ganado la Champions con el Barcelona en 2015, consolida así su legado como uno de los entrenadores más exitosos del fútbol europeo contemporáneo. Su visión y liderazgo transformaron a un club históricamente señalado por sus frustraciones continentales en una máquina de precisión táctica y mental.
Un Inter desdibujado y sin respuestas
El Inter de Milán, que aspiraba a su cuarta Champions, no logró oponer resistencia al vendaval francés. Superado en cada línea del campo, el conjunto italiano se despide de la temporada sin títulos, tras haber caído también en la Serie A frente al Napoli.
París estalla de júbilo
La celebración fue inmediata. En Múnich, los hinchas parisinos convirtieron el Allianz Arena en una fiesta tricolor, mientras en París, miles de aficionados tomaron las calles con banderas, cánticos y fuegos artificiales. El capitán Marquinhos, uno de los pocos veteranos del equipo, alzó la copa con lágrimas en los ojos y una sonrisa que sintetizaba años de anhelos incumplidos.
El PSG no solo ganó. Redefinió su identidad. En lugar de comprar estrellas, las formó. En lugar de vivir del ruido mediático, apostó al silencio del trabajo y la visión a largo plazo. Y con ello, escribió la página más gloriosa de su historia, mientras Europa entera aplaude de pie.